Además, la iconografía también tiene un papel catequético y educativo en la iglesia. Las imágenes icónicas sirven como herramientas pedagógicas, ayudando a transmitir la enseñanza y las verdades teológicas de la fe a través de la representación visual. Son una forma de «Evangelio visible», que puede llegar a personas de diferentes niveles de educación y culturas, permitiendo que la fe cristiana sea accesible y comprensible para todos.

La iconografía también promueve la belleza y la estética en la adoración y la liturgia cristiana. A través de las imágenes icónicas, se busca reflejar la gloria de Dios y la santidad de los personajes sagrados, elevando la experiencia de la oración y la adoración. Las imágenes icónicas son consideradas como «ventanas al cielo», que nos conectan con la trascendencia divina y nos ayudan a elevar nuestros corazones y mentes hacia lo sagrado.

En resumen, la iconografía es una parte integral del cristianismo, con una profunda importancia en la vida espiritual y devocional de los creyentes. A través de las imágenes icónicas, los cristianos pueden conectar con su fe, profundizar su comprensión teológica, y experimentar la belleza de la adoración. La iconografía es una expresión artística y espiritual que sigue siendo relevante en la actualidad, invitándonos a contemplar y meditar sobre la riqueza de la fe cristiana en un nivel visual y profundo.