Cada vez más personas optan hoy por la incineración de sus seres queridos y quieren conservar sus cenizas o depositarlas en algún lugar apropiado. La Iglesia Católica permite la incineración y nos indica cómo debemos guardar las cenizas del difunto:

“Si por razones legítimas se opta por la cremación del cadáver, las cenizas del difunto, por regla general, deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente”

Instrucción Ad resurgendum cum Christo, 5

El lugar donde se depositan las cenizas se denomina “columbario”: es un espacio sagrado para la memoria y la oración, donde el respeto y la veneración a los que nos han precedido forman parte de nuestro modo de entender el misterio de la muerte y la resurrección.

A este propósito, la Orden de Agustinos Recoletos dispone de un columbario, adyacente a la Cripta de San Nicolás de Tolentino, en la Parroquia de Santa Rita, donde pueden depositarse las cenizas de los difuntos. Este espacio cumple la función de acoger de un modo digno y cercano las cenizas de nuestros seres queridos, permitiendo que familiares y amigos puedan rezar con recogimiento y piedad, ofrecer sufragios, etc.

Durante el tiempo que dure el derecho de enterramiento se ofrecerá la Eucaristía por todos los difuntos que reposan en la Cripta, todos los días 10 de mes a las 12h, encomendándolos a la intercesión de S. Nicolás de Tolentino, patrono universal de las almas del purgatorio.

Si usted está interesado en adquirir el derecho de uso de un nicho (lóculo) con capacidad para una, dos o cuatro urnas, solicite más información en el despacho parroquial (lunes, martes, jueves y viernes, de 18:30 a 20:30) o envíe un WhatsApp al nº 625 822 843 y nos pondremos en contacto con usted.